Poema al Día de las Velitas
En la noche serena de diciembre,
cuando el cielo se adorna de fulgor,
Colombia se llena de luces tiernas,
unidas por fe y calor.
Las velitas titilan en los caminos,
sus llamas danzan con suave brisa,
y en cada hogar se eleva un suspiro,
de esperanza que la vida eterniza.
Faroles que pintan sueños alados,
como estrellas que bajan a celebrar,
la Virgen María en sus pasos sagrados,
bendice la tierra con su luminosidad.
Rostros felices, niños que ríen,
chispas fugaces de amor en el aire,
el Día de las Velitas une las vidas,
en un canto que nunca se apague.
Que esta tradición de colores y fe,
nos guíe siempre hacia lo divino,
y en cada llama podamos ver,
la unión de un pueblo con su destino.
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