Lee en familia el siguiente cuento:
El niño de piedra
Desde el primer momento Ciro presintió que al niño de piedra le gustaba su compañía. Sería más o menos de su edad; tenía media melena, los ojos grandes, era muy pálido y estaba medio desnudo.
Un día le acarició una mano y notó que la tenía muy fría. Cuando llegó a casa fue directo a su habitación.
- ¿Qué haces Ciro? - le preguntó su madre cuando vio que revolvía los cajones de su armario.
- Estoy buscando unos guantes- le contestó sin volverse.
- ¿Para qué los quieres? - insistió su madre.
- Son para Gael, tiene las manos muy frías - contestó el niño, que ya había puesto nombre al niño de piedra.
Su madre lo sabía y dijo:
- Pero cariño, Gael es una estatua, no siente frío ni calor.
Pero Ciro insistió tanto, que su madre dejó que los guardara en su mochila para llevárselos.
- ¡Mira lo que te traigo Gael! - dijo el niño sacando los guantes de su mochila con una sonrisa.
Le puso un guante en cada mano. Luego se quitó la bufanda que llevaba puesta y poniéndose de puntillas, no sin esfuerzo, la enrolló al cuello del niño de piedra. Después, como acostumbraba, Ciro empezó a contarle lo que había hecho durante la mañana.
Al día siguiente, Gael ya no estaba tan pálido y tenía un ligero tono rosado. Además, cuando Ciro tocó sus manos ya no las tenía frías, y eso lo hizo sentir muy feliz.
- ¡Qué bien Gael! - le dijo - ahora tienes las manos calentitas como yo.
Un día Ciro habló de su amigo Gael a los niños de la escuela, y cuando se dieron cuenta de que hablaba de la estatua que había en el parque, donde iban a jugar todos los días, empezaron a burlarse de él con sonoras carcajadas.
Ciro salió corriendo hacia el parque y se sentó al lado de Gael, llorando porque nadie la había creido. Al momento sintió que le ponían una mano en el hombro y escuchó que le decían:
- No les hagas caso Ciro, yo siempre seré tu amigo.
Levantó la cabeza y vio a su lado a Gael con una luminosa sonrisa. Ya no era un niño de piedra; se había hecho de carne y hueso como él.
Todos pensaron que habían retirado la estatua del niño para llevarla a otro lugar, pero lo cierto es, que Gael juega en el parque todos los días junto a su fiel y leal amigo Ciro.
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